¿Dónde estamos?

Argentina está situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires

PAPA FRANCISCO

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SAN MARTIN Y LA MASONERIA (Por Jorge Sulé)

Se ha incursionado bastante sobre este tema. Es hora de hacer un balance.

En el Nº 16 de la revista “Todo es Historia”, de agosto de 1968, una nota del Dr. Enrique de Gandía, haciendo uso de su acostumbrada actitud apodíctica, afirmó rotundamente el carácter masónico de San Martín: ardua e infructuosa tarea, porque tenía que corregir a conspicuos masones como Sarmiento, que explicaron que la Logia Lautaro “No era una masonería como generalmente se ha creído, ni menos las sociedades masónicas comprometidas en la política colonial…”.
También tuvo que enfrentar a su propio maestro, Bartolomé Mitre, Gran Maestre de la Masonería Argentina, que admitió que “La Logia Lautaro no formaba parte de la masonería y su objetivo era sólo político…” . O tenía que rebatir a masones contemporáneos como Martín Lascano, que negó el carácter masónico de la Lautaro y, por consiguiente, de San Martín, en varias oportunidades.
También el historiador de la Academia Nacional de la Historia tuvo que enfrentar a sus pares de la Corporación, como Juan Canter o Guillermo Furlong Cardiff que, en un valioso estudio aseveró que “San Martín jamás fue masón en el sentido que se le da hoy en día a este vocablo…San Martín perteneció a la Logia Lautaro. Es un hecho indubitable, pero igualmente lo es que esa logia nada tenía de masónica en el sentido heterodoxo de este vocablo fuera de sus formas externas…”.
El artículo del Dr. De Gandía no convenció porque no aportó documento probatorio alguno y, en cambio, originó varias réplicas, una de ellas publicada en el Suplemento Nª 14 de la revista “Todo Es Historia”, en la que el historiador de la Academia Sanmartiniana, Coronel Leopoldo Ornstein, con aquilatada y profusa documentación, desnudó las pretensiones iconoclastas del primero y entibió el entusiasmo de los masones que viven en la Argentina, que nunca pudieron probar el masonismo de San Martín y, por el contrario, muchos de éstos en el siglo pasado y en éste, lo siguieron negando.
Pero a nadie, hasta hace muy poco, en el mundo de los historiadores, se le había ocurrido consultar directamente a las logias centrales europeas de las que dependían las americanas, en cuyos archivos, tendrían que estar registradas tanto las logias como sus integrantes o, por lo menos, sus fundadores, como lo establecen los requisitos de la masonería mundial.
Este camino de metodología directa y contundente lo efectivizó el historiador Patricio Maguire. Fallecido este gran investigador, todo su archivo de documentos históricos inéditos, pasó en custodia al historiador Norberto Chindemi, quien ha dado a luz parte de dicho archivo. Entre estos documentos publicados, se encuentra la correspondencia entre el historiador Patricio Maguire y las Centrales de la Masonería de Inglaterra. Escocia, Irlanda y otras.
No existe, por lo tanto, rastros en las grandes logias inglesas, escocesas e irlandesas, que pudieran probar el masonismo de la Logia Lautaro y de San Martín. El historiador Maguire no hizo la pesquisa en las logias francesas y holandesas. O bien consideró la indagatoria como improcedente por estar Holanda o Francia fuera de la cuestión o por sospechar que los resultados negativos de las respuestas hubieran sido similares a las obtenidas por Inglaterra.
Por lo tanto, reiteramos que la Logia Lautaro fue una reunión de americanos con exclusivos fines políticos y militares como lo fue en este siglo el G.O.U (Grupo de Obra y Unificación) que programó y llevó a cabo la Revolución de 1943. En otras palabras, existían grupos políticos y militares al margen de la masonería e independientes de su ideología y sus mandatos, con frecuencia opuestos ideológicamente a ella y que se reunían en la prosecución de objetivos políticos y/o militares.


Fuentes:

- Sulé Tonelli, Jorge.
- La Gazeta http://www.lagazeta.com.ar/